La cuna robada del futbol mexicano |
INTRODUCCION
E
|
l
17 de octubre
del año 2001, con
motivo de la
celebración del segundo
campeonato de liga
obtenido por el
equipo Pachuca de
la Primera División
de Futbol Profesional,
la conmemoración de
los supuestos 100
años del Club,
la presentación del
libro “Pachuca: cuna
del futbol” y la
inauguración de la
Universidad del Futbol;
los actuales directivos de
la empresa promotora,
en complicidad con
TV Azteca, contando
además con la
presencia del “Rey
Pelé” y la
complacencia de la
FeMexFut, se atrevieron
a proclamar a
nivel nacional que,
Pachuca, es la “Cuna
del Futbol en
México.
Pero
más que una
proclama se trató
de un engaño
masivo y una
imposición informativa
mediática sobre la
afición pachuqueña, los
televidentes y la
población mexicana, en
general, porque se
trata de un
acontecimiento que no
tuvo lugar en
Pachuca y ha
sido confundido con otros
hechos futbolísticos totalmente
distintos por historiadores, comentaristas
e investigadores, que
se han dedicado
a repetir prácticamente
lo declarado por
Juan Cid y
Mulet, sin pruebas,
en su obra
pionera “El libro de
Oro del Futbol
Mexicano “ de 1964.
Además, a
pesar de esta
ausencia documental, los directivos
del Club Pachuca
pusieron a la
venta gran cantidad
de playeras y objetos de
recuerdo que tienen impresa la
leyenda Pachuca cuna
del futbol y
la fecha 1901-2001, pretendiendo con ello hacer
creer a la
afición mexicana que ese fue el
año del nacimiento del equipo y
del futbol en
el país, no
obstante que el
historiador Carlos Calderón
Cardoso, a quien
encargaron y financiaron
el libro “ Pachuca,
cuna del futbol ”
para justificar sus
pretensiones de cuna
afirma, también sin
prueba histórica, que
Pachuca se fundó
un sábado de
noviembre de 1900.
Por si
fuera poco, el historiador presenta
en su obra
un contradictorio relato
que revela que
el futbol ya
se practicaba en
los colegios privados de
la ciudad de
México desde antes
que en Pachuca -
lo cual indica
que Pachuca no
es la cuna -
y omite informar,
quizás intencionalmente, que
desde 1894 se
fundó en la
capital del país
el Reforma Athletic
Club, organización social
y deportiva que
contaba ya con
un equipo de
futbol soccer, por
lo que Pachuca
tampoco es el primer equipo
organizado en México.
El colmo
del asunto es
que los directivos
del Pachuca también
se apropiaron de
la exclusividad de
la frase “cuna
del futbol” mediante
el Registro Público
de la Propiedad
Industrial, dejando entrever
que más que
un propósito social,
cultural y deportivo,
el objetivo primordial
de la multifacética
empresa comercial a
la que pertenece
el club Pachuca
es hacer negocios
con el sentido
de pertenencia y
el sentimiento de
identidad que tiene
la afición pachuqueña
con su lugar
natal o de
residencia, con su
equipo, y con
el concepto de
cuna del futbol
en México.
Y todo
esto es respaldado
por un impresionante
sistema de medios
de difusión masiva
que creó el club, por
la indiferencia o
complacencia hacia el
asunto de los
actuales directivos de
la Federación Mexicana
de Futbol, periodistas,
comentaristas e historiadores
deportivos, pero sobre
todo por TV Azteca, y Televisa presuntos socios o cómplices de la empresa
pachuqueña, que
actúan como intérpretes de
la Historia de
México e informadores oficiales
de la ciudadanía
mexicana que, por
desgracia, no lee
ni conoce ni investiga
acerca de la
historia del futbol
en México y
tiene como único
o principal medio
de información a
estas televisoras, cuyo
poder mediático hace
que todo lo
que afirmen sus
dueños, socios y
voceros se convierta
en verdad.
Unicamente los
habitantes del poblado
de Real del
Monte y de
la Ciudad de
Orizaba, inmiscuidos en
la disputa por
el reconocimiento de
cuna del futbol,
no quedaron conformes
con ese tráfico
de influencias y
abuso del poder
mediático informativo de
la directiva del
Club Pachuca y
de los medios
de difusión masiva
aliados en dicho
propósito. Tanto realmontenses
como orizabeños continúan
afirmando - sin
contar con los
medios de difusión,
el poder de
cobertura informativa y las influencias
políticas y económicas
que posee la
directiva del Pachuca - que
su respectiva localidad
es la verdadera
cuna del futbol
mexicano. Pero cometen
el mismo error
que los usurpadores
pues no presentan
documentos originales o
fuentes secundarias de
información que certifiquen
su postura, según
exige la metodología
de la investigación
científica e histórica.
Es
así que, aprovechando
la ausencia de
fuentes primarias, el
poder económico y
las relaciones políticas
que han alcanzado
a partir de
los logros conseguidos
por el equipo
en la primera
década del siglo XXI
e ignorando los
argumentos que sobre
el caso exponen
tanto los realmontenses
como los orizabeños,
los dirigentes del
Pachuca (modernos Tlacaélel, reiventor
de la historia
de los mexicas)
han
creado una historia particular
y singular respecto
al origen del
futbol en México,
la formación del
primer equipo organizado
y el concepto
de “cuna del
futbol mexicano”.
Una verdadera
"historia indocumentada",
inventada, denominada “Pachuca:
cuna del futbol”, sin elementos objetivos como documentos, fechas precisas o
fotografías de los eventos
declarados, la cual, sin embargo, tiene gran
influencia y eficacia
sobre los aficionados al
futbol y entre muchos ciudadanos,
y les ha
permitido a los
actuales directivos del
Pachuca apropiarse virtualmente
de la historia
del origen de
un suceso trascendental
del futbol mexicano,
que aún está
por aclararse.
Es por ello
que, con el
propósito de conocer
y divulgar las
posibles y probables
causas y consecuencias de este
escabroso asunto, se
analizarán tres acontecimientos diferentes
que han sido considerados erróneamente
como uno sólo
y manipulados de
acuerdo con los
intereses personales o
grupales de quienes
han escrito sobre
el tema y
quienes están inmiscuidos
en la disputa
por la cuna,
además de que
sólo han repetido
casi literalmente lo
dicho por anteriores
investigadores o historiadores
superficiales y de
dudosa honorabilidad.
En consecuencia,
mediante esta investigación documental
y de campo,
nos propusimos realizar
una revisión crítica de
la bibliografía y las fuentes
sobre el tema
más conocidas e
influyentes, con
el propósito de
comprobar la inconsistencia de
sus argumentos y analizar,
por una parte, dónde, cuándo y cómo pudo
haber surgido el
futbol en México,
es decir, dónde,
cuándo y cómo
se jugó la
primera “cascarita”
informal, partido formal
u oficial. Por
otra parte, reflexionar
acerca de dónde,
cuándo y cómo
pudo haberse constituído
el primer equipo
mediante acta fundacional.
Y, finalmente, conceptualizar que
se debe entender
por “cuna del
futbol” con el fin
de valorar, con
el mayor apego
a la imparcialidad, cuál
lugar de México
pudiera ser considerado
“La Verdadera Cuna
del Futbol Mexicano”
Un árduo
propósito, sin duda,
ya que a la
primigenia condición de juego y deporte
del futbol se le han
sumado otras cualidades e intereses que lo han convertido en un
negocio, trabajo, espectáculo, uno de los juegos y espacios preferidos por las multitudes para
descargar y cargar tensiones, al igual
que en un factor para
la integración de identidades colectivas
y una área
de la mercadotécnia
deportiva y política,
que en los
casos particulares de Real
del Monte, Pachuca
y Orizaba, genera entre
sus habitantes sentimientos de comunión hacia su lugar de
origen y
los hace imaginarse unidos a un mismo designio
nacional: ser partícipes y dueños
simbólicos del misterioso
origen del juego-deporte
más difundido, popular
y apasionante de México,
así como del
prestigio deportivo y
cultural que ello
conlleva.
Una área
de la mercadotécnia en
la que confluyen
relaciones, intereses y
complicidades que obstaculizan
la labor investigativa
y la divulgación de
la verdad histórica,
y, en la
que, a fuerza de
repetir hasta la
saciedad y de
forma masiva que
Pachuca es la
cuna del futbol
mexicano, se está
convirtiendo una historia
indocumentada en una verdad
mediática, escamoteando a
la afición mexicana
su derecho a
conocer la historia
verdadera del origen
del futbol en
nuestro país, lo
mismo que el
reconocimiento de “Cuna
del Futbol Mexicano” a
la localidad que
realmente lo merece.
Jorge Cruz Teista
“El estudio, la
investigación histórica, y otros tantos factores más, son necesarios y
requeridos cuando los temas tratados sobrepasan el interés de pequeños grupos
humanos para transformarse en productos consumidos por las grandes masas
sociales, hechos como los que están ocurriendo desde ya hace un buen tiempo con
el fútbol. Cuando esto ocurre, comienza la necesidad de organizar, de
disciplinar, de racionalizar estos fenómenos emergentes para evitar futuras
complicaciones y abusos muy comunes de ver entre los que saben algo de unas
cosas y los que desconocen ese “algo” de las mismas”
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